Desde el Ministerio de Salud explican que no es recomendable la utilización del secador de manos eléctrico, y menos en ambientes donde podrían existir personas enfermas, ya que se podrían dispersar cualquier tipo de microorganismos, por lo que lo aconsejable es emplear las toallas de papel para secar las manos.
La Dra. Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, manifestó además que estos dispositivos podrían ocasionar una alteración por un breve periodo de tiempo en la superficie de la piel o manos, por lo que si se toma la temperatura después, esta podría variar.
La profesional indicó que científicos de varias partes del mundo determinaron que estos aparatos hacen que se disperse una cantidad alarmante de bacterias que se encuentran en las manos, sobre las superficies y el mismo aire. También han comprobado que estos dispositivos, duplican el número de bacterias de las manos durante el proceso de secado.
