A dos semanas de la desaparición del niño José Miguel Ozuna en barrio Obrero de Asunción, el Ministerio Público allanó nuevamente anoche la vivienda de la familia, que cayó en varias contradicciones en torno al caso. Incluso, la madre del menor fue imputada.
Durante la intervención, la fiscal Fática Girala incautó los celulares de los integrantes de la familia, para ser sometidos a una pericia, ya que se presume que en los teléfonos podría haber algún tipo de información que conduzca hacia José.
«Anoche se utilizaron reactivos para ver si no se encontraba sangre. También revisamos el patio trasero y realizamos excavaciones, pero no tuvimos ningún tipo de resultado», expresó.
«También incautamos los teléfonos celulares de la madre y de los hijos que viven dentro de la misma dependencia», complementó Girala, quien indicó que verificarán los teléfonos luego de obtener la autorización judicial.
Sobre la posibilidad de que la desaparición de Miguel tenga que ver con el tráfico de drogas, la fiscal señaló que en la casa se observaron algunos rastros de consumo de estupefacientes, pero faltarían más pruebas para respaldar esto.
En cuanto a la imputación de la madre, Josefina Ozuna, la Fiscalía afirmó que hay suficientes elementos para demostrar la violación del deber de cuidado, pues, según los datos, el niño no estaba escolarizado y tampoco se encontraron los medicamentos que supuestamente recibía para tratar la epilepsia, entre otras situaciones.
Por último, nuevamente los investigadores pidieron a la ciudadanía su colaboración para encontrar a José. Los que tengan información sobre su paradero puede comunicarse al Fono Ayuda 147 o Sistema 911 de la Policía.
