En esta ocasión, el religioso mencionó la situación de los tratados de Yacyretá e Itaipú, e hizo especial énfasis en la importancia de la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú.
Indicó que “Paraguay no firmó esos tratados con sus vecinos para beneficiar solamente a la otra parte, sino para favorecer a todos los paraguayos, como la otra parte lo hizo para beneficiar a los suyos”. Agregó que tampoco la firma fue para que unas cuantas familias de “un determinado color político” se conviertan en multimillonarios.
El monseñor indicó que la idea de los tratados, es que el país logre obtener beneficios de la venta de energía a justo precio, para combatir la inmoral pobreza y no “para recibir las sobras de aquel que pretenda acapararlo todo”. Afirmó que los gobiernos son servidores y «que tenían y siguen teniendo la obligación de velar por los intereses de los paraguayos», esto supone, buscar los mejores beneficios en las negociaciones.
Exhortó a que, en el 2023, nuestros representantes actúen con la máxima claridad, habilidad y hondo patriotismo para el pueblo, pues si no lo hacen de esa forma, se corre el riesgo de perder en la futura renegociación del Anexo C y por ende, perder la oportunidad de sacar al pueblo de la pobreza extrema.
El prelado se refirió también a la situación económica actual y sostuvo que nuestro país sigue siendo “vergonzosamente desigual, ya que tenemos más de 1.800.000 ‘pobres’ entre nosotros, mientras poquísimas personas acumulan riquezas, que ni siquiera pueden controlar” y no tienen ni la intención de convertirlas en fuentes de trabajo, esgrimió. Destacó además, que parte de esa desigualdad se refleja en aquellos jóvenes capacitados profesionalmente y que de igual forma, siguen desempleados.
Lamentó que quienes tienen posibilidad de sobresalir, no aprovechan la oportunidad y terminan manchados por hechos de corrupción en la administración de tierras públicas o renuncian en medio de escándalos. Remarcó así, la imperiosa necesidad de la formación de políticos capaces y honestos para poder “transformar la sociedad y reconstruir un nuevo Paraguay de justicia”.
