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41 años de la primera final del mundo para Olimpia

Nov 18, 2020

El equipo decano que alcanzó la Gloria Eterna | Foto: Conmebol
El equipo decano que alcanzó la Gloria Eterna | Foto: Conmebol

Tras poco más de una década hegemónica para Argentina, Brasil y Uruguay en Copa Libertadores, 12 campeonatos para ser exactos, un equipo paraguayo lograba la primera parte de su hazaña: ganando 9 de los 12 encuentros que disputó en la competencia, se alzaba con la Primera Copa Internacional que pudo tocar el fútbol paraguayo, nada más y nada menos que en la incomparable «Bombonera» y ante el ya campeón Boca Juniors. 

Eso, por supuesto, suponía un desafío aún mayor: representar al continente americano en el duelo por la Copa Intercontinental de Clubes. Al viejo continente lo representaría esta vez el Malmo FF, club de la república de Suecia que había sido vicecampeón de la Copa de Campeones de Europa (Actual Liga de Campeones de la UEFA), luego de que el consagrado del año Nottingham Forest se negara a viajar a Sudamérica para el lance de ida. Cuestión varias veces repetida, pues los equipos europeos eran bastante reacios a «pisar suelos sudamericanos» por motivos bastante injustificados, por lo que justamente la edición de 1979 fue la última en formato de ida y vuelta, convirtiéndose desde 1980 en un evento de final única en campo neutral. 

Un ilusionado plantel viajó entonces a mediados de noviembre de 1979 al pequeño pueblo sueco de Malmo, donde lo esperaba el rival. El día 18 fue el marcado para el encuentro, donde el Franjeado paró inicialmente en cancha a Éver Hugo Almeida, Flaminio Sosa, Alicio Solalinde, Miguel Piazza, Roberto Paredes, Luis Torres, Carlos Alberto Kiese, Rogelio Delgado, Eduardo Ortiz, Mauro Céspedes y Evaristo Isasi. Los once fueron dirigidos por el mítico y multicampeón Luis Alberto Cubilla, quien sustituyó a Eduardo Ortiz por Osvaldo Aquino durante los 90′. 

A los 41′ del Primer Tiempo, el extremo Evaristo Isasi logró marcal el primer y único tanto del partido, elevando las ilusiones franjeadas – y de todo el país – al máximo. Una magistral actuación del portero y capitán Éver Almeida lo convirtió en la figura del encuentro. Así, Olimpia retornaba a suelo guaraní con una victoria en el bolsillo y esperaba ansioso la segunda final, que se disputaría el 2 de marzo de 1980 en el estadio de los Defensores del Chaco. 

El resto, es historia conocida. 

Las cuentas oficiales del Club Olimpia recordaron este épico día con la siguiente dedicatoria. 

Fuente: Club Olimpia (Facebook)
Fuente: Club Olimpia (Facebook)

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